Las instancias de exámenes son un reto, un desafío… pero también una oportunidad de aprendizaje.
Te permitirán demostrar cuál fue tu proceso y que conocimientos interiorizaste, probablemente estos saberes en un futuro los tengas que aplicar en entornos reales.
Sin embargo, la mayoría de las veces el examen produce mucha ansiedad en el estudiante.
Originando malestar, este puede ser tanto físico como emocional. Como por ejemplo pensamientos negativos relacionados con el examen, como “no se nada”, “me va a ir mal”. Esto puede atentar contra tu rendimiento en los exámenes.
Es fundamental sentirse y estar preparado al momento de los exámenes esto aumentará la confianza y el rendimiento. Por eso es fundamental prepararse con anticipación, teniendo en cuenta las fechas de exámenes, estudiando diariamente y realizando actividades propuestas por la cátedra.
Busca un espacio en el hogar donde puedas estar tranquilo/a y sin distracciones.
En caso de tener hijos/as y/o familiares a cargo, trata de encomendar su cuidado mientras dure el examen a algún familiar y/o persona cercana.
Prepara sólo los materiales necesarios. Ten a mano papel y lápiz o lapicera para escribir por si necesitas anotar alguna idea o realizar un ejercicio. Asegúrate de tener agua y algún snack si lo requieres.
Recuerda comprobar con anterioridad la conexión a internet para ingresar a la plataforma y al aula virtual que necesitas para rendir.
Si utilizas una computadora para realizar el examen, evita tener pestañas, ventanas, o programas innecesarios abiertos.
Si vas a rendir un examen desde el celular, busca un espacio cómodo, en donde puedas apoyar el dispositivo para cuidar la postura; corrobora que la batería del celular esté completa y tengas el cargador cerca.
Llegado el momento del examen, pueden surgir nervios, desesperación, ansiedad y dudas; pero es importante
saber que la situación de examen comúnmente puede generar estas sensaciones.
Lo importante es no – bloquearse, desesperarse ni perder la motivación.
Tené en cuenta y valorá el recorrido que venís realizando, como así también el tiempo de dedicación que le diste al estudio.
Durante el examen
Cuando ingreses al examen, corrobora los criterios de evaluación, la cantidad
de preguntas y la duración o tiempos que dispones para resolverlo.
Organiza tu tiempo durante el examen para asegurarte que lograrás completarlo
en el tiempo disponible.
Observa y lee/ Escucha y presta atención cuidadosamente a las consignas y a
las preguntas de los profesores.
Piensa y Organiza tu respuesta.
Utiliza lenguaje técnico adecuado.
Si te sentís en blanco, respira , relájate , e intenta volver a enfocarte.
Después del examen
Lo hiciste, dedica tiempo a descansar y distenderte.
Evita la comparación de resultados con los demás, como así también los reproches.
Cada persona desarrolla un proceso de aprendizaje distinto, en tiempos
diferentes; valora tu esfuerzo.
Reconoce cuáles fueron tus puntos fuertes, e identifica aquellos en los que es
necesario seguir trabajando.
Ten en cuenta la retroalimentación del docente.
Elemental la confianza en vos mismo.