Consolidar hábitos constantes de estudio, como cualquier acción, al principio cuesta o no nos sale. Los hábitos se logran con la repetición prolongada de un mismo comportamiento. Es decir que el SABER ESTUDIAR tampoco se da mágicamente: requiere dedicación constante y el compromiso, para que vayas incorporando el hábito y que ese tiempo destinado al estudio se aproveche y se potencie. Son pequeños cambios que tendrán que ver con tu organización, autogestión y constancia. Ciertas estrategias que podes ir implementando para facilitar y potenciar tu momento de estudio.
Para comenzar a armar y organizar tus rutinas de estudio te proponemos revisar:
Un buen rendimiento académico depende en gran parte de una adecuada organización y gestión de tu tiempo de estudio. Saber planificar y organizarse en cuanto a la cursada, los horarios de las clases, a las actividades que demande cada cátedra, participar activamente en los plazos determinados y tener en cuenta las fechas y los límites de presentación harán que puedas sentirte más confiado y preparado a lo largo de la cursada y en las instancias de
evaluación.
Si aprendes a manejar y distribuir tus actividades académicas podrás ir asimilando los contenidos y la información de las materias de forma gradual esto te ayudará a que se minimicen los momentos de agobio y ansiedad que puede provocar el cursado de una carrera universitaria.
Tu organización personal irá mejorando a medida que avances en el cursado y puedas descubrir tu ritmo de aprendizaje así también como irás conociendo el grado de dificultad, exigencia y criterios de evaluación de cada cátedra que curses
Organizar tu tiempo es elemental. Planificar rutinas, armar cronogramas con horarios diferenciados para sentarte a estudiar, cursar materias y cumplir actividades personales.
Esto te ayudará para que llegues a tiempo a los plazos establecidos y a los exámenes, acrecentando tu confianza y disminuyendo ansiedades.
Para comenzar a planificar y gestionar tu tiempo lo primero que debes preguntarte es “¿cómo gastas tu tiempo?”. Para responder esta pregunta la herramienta más útil es que armes tu propio cronograma semanal, y distribuyas en el todas tus actividades, tus rutinas (horas dedicadas al descanso, al ocio, obligaciones personales), esta actividad hará que puedas visualizar como estas distribuyendo tu tiempo e identificar qué reformas podrías hacer para potenciar tu tiempo de estudio pero planificando también las otras actividades personales que tengas.
Para una óptima distribución del tiempo es elemental que tengas en cuenta tus METAS. Esto te motivará a centrar tus ideas y acomodar tus actividades. Las metas pueden ser a corto, mediano o largo plazo, por ejemplo una meta a largo plazo si sos estudiante ingresante será recibirte y poder ejercer tu profesión, si se tiene en cuenta a donde se quiere llegar lograrás sentirte más motivado y comprometido en el proceso.
Es importante que las metas que te propongas sean reales y factibles de realizar, para evitar frustraciones. Realizando metas de corto plazo podes con el tiempo alcanzar grandes sueños.
“Una meta es un sueño con fecha límite”
Recomendaciones para tener una mayor organización y gestión de tu tiempo:
Prioriza las actividades pendientes distinguiendo:
Entendiendo que cada estudiante tiene sus posibilidades y disponibilidades
queremos que sepas que la elección de este lugar es algo importante y significativo para tu estudio ya que puede potenciar o debilitar tu atención y concentración.
Aspectos a considerar para tu lugar de estudio:
Ya generamos el ambiente para estudiar. Es momento de pensar el punto 3:
Allí te presentamos Técnicas de estudio que pueden ayudarte a ponerte en práctica.