Cuando finalizamos el cursado de una materia, la cátedra nos califica e informa a las autoridades en qué condiciones quedo como alumno.
De esta forma, cuando rinda un exámen final, los docentes lo preparan para cada caso.
Cuando el estudiante al concluir el cursado de una asignatura cuenta con el 80% de asistencia a los prácticos y la aprobación con nota no inferior a seis en todos los exámenes parciales propuestos por la cátedra. Luego, para aprobar la asignatura, el alumno deberá rendir el examen final.
Es un régimen diferente que permite aprobar la asignatura sin rendir examen final fuera del cursado, aunque puede ser evaluado en instancia de coloquio. Se deben aprobar 3 ó 4 instancias de evaluación (exámenes parciales o trabajos prácticos) a criterio de los responsables de la asignatura, con una calificación promedio que determina cada cátedra. Además, puede exigirse al tener cursado el 80% de la asistencia en los teóricos y el 80% en los prácticos. La calificación final será el promedio obtenido de cada uno de los exámenes parciales y/o otras instancias evaluativas.
Esta condición se presenta cuando el alumno no tiene ni el 80% de asistencia requerida, ni la aprobación de exámenes parciales necesarios. En este caso, el examen final se efectuará en la modalidad teórica como práctica y se evaluará la totalidad del programa de la asignatura, según su última versión actualizada.
Cuando no cumplimentó con la asistencia requerida.